Home

Angélica Rodríguez Munévar.

Colombia es un país con una población multicultural y esto se materializa en las diferentes zonas geográficas que lo conforman. Lo anterior  permite formas particulares de habitar los variados espacios urbanos. Sin embargo, en las ciudades se pueden encontrar sitios comunes con la capacidad de mantenerse vigentes en el tiempo. Las plazas han sido un área importante en las ciudades, las cuales en medio de los patrones que todas ellas comparten, albergan ciertas particularidades ligadas al lugar geo cultural.

Es substancial mencionar la importancia de la arquitectura como el registro de la historia y la cultura en una sociedad. Además, debe entenderse la misma no solo teniendo en cuenta edificios significativos, también los elementos urbanos que la componen. A pesar de las particularidades de las plazas, estas han jugado un papel importante en las dinámicas de las ciudades en Colombia. Plazas como la de Bolívar en Cartagena, la de Puerto Tejada, o la de Bolívar en Bogotá son memoria de los acontecimientos históricos del país. En los años 30 por ejemplo, se dieron muchos cambios a nivel económico, político y social en Colombia. A pesar de estos cambios, el espacio de las plazas se ha mantenido hasta hoy.

Es preciso contextualizar el país en un marco político, social y económico para poder entender la situación del mismo en esa época. La década de 1930 se caracterizó por ser parte de La República Liberal en Colombia que comenzó con el mandato de Enrique Olaya Herrera. Durante su periodo se continuó con la construcción de varias obras públicas y nuevas escuelas tecnológicas.  Por las consideraciones anteriores, el resto del mundo se encontraba en una aturdida recesión económica. Como el país se encontraba bajo un sistema económico capitalista, la Gran Depresión lo afectó drásticamente. En este mismo orden y dirección, Colombia al igual que muchos otros países se vio obligado a impulsar el progreso de sus propias industrias. A causa de lo anterior, muchos campesinos y habitantes de las zonas rurales empezaron a acercarse más a las ciudades en busca de nuevas oportunidades laborales que los vincularan con el desarrollo industrial al cual se vieron forzados a entrar. Desde aquí, la vida en las ciudades comenzó a tomar un nuevo rumbo.

Imagen 1: Procesión de Santa Teresita en la Plaza de Bolívar, 1932- Cartagena de Indias

Imagen 1: Procesión de Santa Teresita en la Plaza de Bolívar, 1932- Cartagena de Indias

A continuación se va a describir una plaza de una ciudad clave para el país: Cartagena de Indias. Antiguamente la Plaza de Bolívar de Cartagena de Indias se conocía como Plaza de la Iglesia, luego como Plaza Mayor porque allí se realizaban los actos militares del momento. Posteriormente se instaló el Santo Tribunal de la Inquisición y por eso toma el nombre de Plaza de la Inquisición. Se empezaron a realizar corridas de toros a las cuales mucha gente acudía. Más tarde se inauguró el parque que acompaña esta plaza y con este el monumento a Simón Bolívar el libertador, por esto hoy en día se le conoce como Plaza de Bolívar. Se le considera la principal por estar cerca del Museo del Oro, el Palacio de la Inquisición, el Banco de la República, la Biblioteca Bartolomé Calvo, la Catedral y la Gobernación. Esta se localiza en el centro histórico amurallado, con estrechas calles, edificaciones coloniales, y las calles aledañas a la misma eran y siguen siendo de uso mixto. Se puede decir que esta plaza es un vestigio histórico pues atesora la historia de esta ciudad y se ha ido adecuando a cada época con el pasar de los años.

Para comprender la importancia de los patrones que siguen las plazas se va a estudiar la de Puerto Tejada. Esta se ubica en el Cauca, y forma parte del sector metropolitano de Cali, Valle del Cauca. Esta plaza es la representación del ámbito económico pues en esta se concentra una gran parte del comercio urbano del Municipio. Puerto Tejada se creó para recibir a la clase obrera y a todos aquellos que hubiesen sido desalojados por una onda migratoria que se generó después de que se elimina la hacienda tradicional. Esta plaza se localiza en el centro, y está rodeada de edificaciones importantes tales como la Iglesia Católica y otros organismos de control.  Es claramente un espacio que convoca gente, pues en ella se desarrollan actividades religiosas, comerciales, sociales entre otras.

Imagen 2: Plaza Puerto Tejada “Foto Fénix”

Imagen 2: Plaza Puerto Tejada “Foto Fénix”

En la capital del país, Bogotá, también acontecían muchos cambios durante los años 30 que aunque afectaron el crecimiento de la ciudad, no se abandonó la Plaza de Bolívar como núcleo de encuentro. Aunque se empezaron a desarrollar nuevos barrios como Teusaquillo hacia el norte de la ciudad, esto no significó el abandono de la Plaza de Bolívar. A pesar del movimiento de las clases altas fuera del centro, esta plaza aún seguía siendo símbolo y punto de encuentro de los ciudadanos. En los 30 la plaza tenía un pedestal más alto para la estatua de Simón Bolívar y cuatro fuentes de agua y en ella se celebraron los 400 años de la ciudad. Lo anterior evidencia la vitalidad que siempre ha conservado este ícono de Bogotá.

Imagen 3. Plaza de Bolívar Bogotá. 6 de Agosto de 1938. Los 400 años de Bogotá. “Foto Tito”.

Imagen 3. Plaza de Bolívar Bogotá. 6 de Agosto de 1938. Los 400 años de Bogotá. “Foto Tito”.

Los edificios alrededor de las plazas siempre tienen una connotación importante a nivel político, económico e incluso religioso. Existe una homogeneidad tipológica tanto de las plazas como en los edificios que las rodean. Los vestigios de esto son las ventanas y las cubiertas de las construcciones de su alrededor, donde aún hay tejas de barro y ventanas con marco de madera bastante detalladas. Otro aspecto que tienen en común estas tres plazas es la presencia de la religión católica en las mismas, lo que más tarde viene a generar una de las principales actividades que en ellas se desarrollan. Por ejemplo las ventanas de la Iglesia en la Plaza de Puerto Tejada revelan la presencia de estilos arquitectónicos provenientes de otros países, donde juega un papel importante el contraste entre un espacio abierto y libre contra una edificación magna como lo es esta Iglesia.

Lo anterior permite encontrar ciertos patrones entre las distintas ciudades del país, que permiten entender que una plaza es un espacio abierto de libre circulación, que convoca y cuenta la historia del lugar al que pertenece. Sin embargo, el concepto de plaza se interrumpe en ciertas ocasiones por la presencia de vehículos y elementos que no corresponden a su significado.  No obstante en las fotografías se ve el aprovechamiento del espacio libre, rodeado por ciertas construcciones que contrastan con su imponencia ante la plaza. De la misma manera se genera un perfil urbano que, en cualquiera de los casos rompe con la monotonía y la retícula en las ciudades principales, la cual tendía a ser ortogonal y consecutiva. Elementos como el piso se mantenían limpios en términos de texturas para permitir la circulación de las masas, el mobiliario urbano empezó a reducirse para limitar los espacios de permanencia a tal punto en que pudieran desaparecer. Las plazas se veían tan utilizadas que al parecer no quedaba espacio para una persona más lo que evidencia su constante uso a nivel colectivo.

En cuanto a la inserción de las plazas en la trama urbana en ciudades al interior, siempre estas se convierten en el foco o centro geométrico de asentamiento. Mientras tanto, en las que se encuentran cerca de las costas, la plaza se ubicó cerca al mar teniendo en cuenta las actividades que se relacionan con tráfico marítimo o fluvial. Cada plaza es evidencia de un significado distinto y expresa sus rasgos mediante usos específicos asumidos por la comunidad.

En resumidas palabras, tanto las actividades de las plazas de ciudades costeras como las de ciudades al interior del país se ven determinadas por los edificios a su alrededor y las particularidades de cada ciudad. La razón por la cual estas plazas tienen ciertas semejanzas, es porque corresponden a un orden tipológico el cual atiende a la circulación de las personas a través de un espacio libre y abierto en medio del trazado urbano. Según Jaime Salcedo, el proyecto en Santo Domingo de Nicolás Ovando (colonizador español) logró  establecer que las calles fueran rectas y continuas, las manzanas cuadradas y rectangulares, la plaza mayor cercana al puerto, iglesia mayor, orientada y exenta, aledaña a la plaza, y un ayuntamiento en la plaza mayor. Por eso en Colombia se encuentran vestigios de estos proyectos en las plazas de sus ciudades y en sus urbes. Por eso, las plazas forman parte de la vida urbana, conectan a las personas con la arquitectura y a pesar del transcurrir del tiempo podemos ver que siempre se atesora su espacio. Los años 30 son un punto de partida que permite concluir que teniendo en cuenta los hechos históricos del país, siempre las plazas de adecúan a la época apoyando el espacio colectivo en las ciudades de Colombia. Para concluir, nos podemos cuestionar: ¿Seguirán las plazas sosteniéndose en el tiempo como pilares de las ciudades latinoamericanas?

Bibliografía

-Imagen 2 tomada de:

Página web del Banco de la República. URL: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/modosycostumbres/mvica/mvica14f.htm Consultado el 4 de Septiembre de 2014.

Contenido:

Corradine, Alberto y Mora, Helga (2001) Historia de la Arquitectura Colombiana Volumen Siglo XIX. Bogotá: Empresa Editorial Universidad Nacional de Colombia.

Arango, Silvia (1990) Historia de la Arquitectura en Colombia. Bogotá: Empresa Editorial Universidad Nacional de Colombia.

Cabrales, Carmen y Cáceres, Marcelo. “El Espacio Público en Cartagena de Indias, Resistencias Cotidianas” Consultado en: http://ojs.udc.edu.co/index.php/palobra/article/view/138 El 29 de Octubre de 2014

Pérgolis, Juan Carlos (Tres Plazas Públicas de Cartagena de Indias). Bogotá: Banco de la República Revista – 45.

Salcedo, Jaime. “Urbanismo Hispanoamericano”

Bossa Herazo, Donaldo (1981). Nomenclator cartagenero. Banco de la República, Impresión: Op Gráficas, Bogotá.

Leave a comment